La gastronomía es algo que nos une a todos, sin importar nuestra nacionalidad, género o edad. Cada país y región tiene sus propios platos tradicionales que han pasado de generación en generación y que forman parte de su identidad cultural. Sin embargo, lo que muchos no saben es que algunos de estos platos tienen orígenes sorprendentes que van más allá de las fronteras de su país de origen. A continuación, conoceremos algunos de estos platos icónicos con historias fascinantes.
La pizza es uno de los platos más populares del mundo. Elaborada con masa, salsa de tomate y distintos ingredientes, es fácilmente reconocible gracias a su forma circular y sus característicos bordes. Pero, ¿sabías que la pizza tiene su origen en la Antigua Grecia? Los griegos elaboraban pan plano al que le añadían hierbas, cebolla y ajo. Sin embargo, la pizza tal y como la conocemos ahora se desarrolló en Nápoles, Italia, en el siglo XVIII. Fue a partir de entonces cuando se le añadió la mozzarella, uno de los ingredientes más emblemáticos de este plato.
El sushi es uno de los platos japoneses más famosos y reconocibles en todo el mundo. Consiste en arroz preparado con vinagre que se acompaña con distintos rellenos, como pescado, marisco o verduras. Pero, ¿sabías que el primer sushi se elaboró en el sudeste asiático? Los pescadores de la región solían envolver el pescado en arroz fermentado para conservarlo durante más tiempo. Fue a partir del siglo XVII cuando los japoneses empezaron a elaborar el sushi tal y como lo conocemos hoy en día, con arroz cocido y pescado fresco.
La hamburguesa es un plato de origen estadounidense que se ha convertido en todo un icono de la comida rápida. Consiste en una carne picada que se moldea en forma de disco y se cocina a la parrilla. Se suele acompañar de lechuga, tomate, queso y distintas salsas. Pero, ¿sabías que la hamburguesa tiene su origen en Europa? Se dice que los mongoles ya consumían carne picada en forma de bola, que luego difundieron por todo Asia. A finales del siglo XIX, los inmigrantes alemanes llevaron la carne picada a Estados Unidos, donde se creó la hamburguesa tal y como la conocemos hoy en día.
Los tacos son uno de los platos más populares de la cocina mexicana. Consisten en una tortilla de maíz o trigo que se rellena con distintos ingredientes, como carne, pescado, verduras o frijoles. Pero, ¿sabías que el origen de los tacos está en los mineros de plata mexicanos? En el siglo XVIII, estos mineros solían comer carne en trozos que se envolvían en tortillas para que resultara más fácil de transportar. Con el tiempo, esta práctica se popularizó y se extendió por todo México, dando lugar a los tacos tal y como los conocemos hoy en día.
La paella es uno de los platos más representativos de la gastronomía española. Se elabora con arroz, verduras y distintos ingredientes, como pollo, conejo o marisco. Pero, ¿sabías que la paella no es originaria de la Comunidad Valenciana, como muchos creen? En realidad, la paella tiene sus raíces en la región de La Albufera, situada en la provincia de Valencia. Allí se elaboraba un plato llamado 'arròs a la cassola', que consistía en un arroz seco con carne y verduras. Fue a partir del siglo XIX cuando se empezó a añadir marisco y a elaborar la paella tal y como la conocemos hoy en día.
El pan de muerto es un bollo dulce que se elabora en México durante la celebración del Día de los Muertos. Tiene una forma circular con huesos dibujados en la parte superior y se elabora con ingredientes como mantequilla, harina, huevo y azúcar. Pero, ¿sabías que el pan de muerto tiene orígenes prehispánicos? En la época precolombina, los mexicas elaboraban una ofrenda para honrar a los muertos que incluía un pan en forma de xicotencatl, es decir, el xico es el nombre que se le daba a los señores, y el de encatl proviene de la palabra komitatl que se refiere a los comales de barro en donde se cocía el pan. Posteriormente, con la llegada de los españoles, se añadieron ingredientes como la canela y la anís.
Otro ejemplo de cómo la gastronomía no conoce de fronteras son los platos fusionados, en los que se mezclan distintas culturas culinarias. Un claro ejemplo de esto es el sushi roll, una variación del sushi tradicional en la que se enrolla el arroz y los ingredientes en una lámina de alga nori. Este plato sigue siendo muy popular en Japón, pero hoy en día se ha extendido a otros países, donde se han creado variedades con ingredientes fuera de lo tradicional como aguacate, carne de res o queso crema.
Otro ejemplo de cocina fusionada es el pollo tandoori, un plato indio que se elabora con pollo marinado en una mezcla de especias y yogur que se cocina en un horno de barro, originario de Azerbaiyán, Georgia y Armenia. Aunque este plato ha pasado a ser un plato nacional en India, el pollo tandoori que conocemos hoy en día fue creado en la región del Punjab, que abarca la India y Pakistán.
El dim sum es otro ejemplo de cocina fusionada. Originario de la gastronomía china, es una comida que se compone de pequeños platos que se sirven en una especie de carrito que recorre los restaurantes. En la actualidad, es posible encontrar dim sum con ingredientes de todo el mundo, como los rellenos de queso cheddar o pato y trufa.
La gastronomía no solo es una parte fundamental de la identidad cultural de los países, sino que también tiene el poder de unir a culturas muy distintas. A través de la cocina, podemos conocer otras formas de vida, descubrir ingredientes que nunca antes habíamos probado y disfrutar de platos que combinan lo mejor de diferentes culturas. Un claro ejemplo de esto son los populares restaurantes asiáticos que ha surgido en los últimos años en todo el mundo, donde se fusionan las tradiciones culinarias de varios países asiáticos en un solo menú.
Por todas estas razones, la gastronomía se ha convertido en una parte fundamental de la experiencia turística. Muchos viajeros eligen los destinos a los que van en función de su oferta gastronómica, buscando vivir experiencias culinarias únicas y probar nuevos sabores. En definitiva, la gastronomía es un elemento esencial de nuestra cultura y un legado que debemos cuidar y mantener para las generaciones venideras.